jueves, 10 de diciembre de 2009

Diamantes trocados en carbón,
Que refulgen con una luz tan propia como enérgica.
En el camino hay mil baches.
Un millón de sueños.
Y las aves no murieron,
No dejaron de volar.
Arman las cortezas para aquellos,
que observan en el aire como un gorrión
era un águila.
Pequeñas hogueras de fuegos naranjas,
azules, verdes,
amarillos.
Todo es tan inmenso,
un colo por demás inesperado.
Desde el vientre del niño roto,
hasta la cruz del cuello de la madre.
Y las mil llamas no sacan el frío,
pero sí iluminan,
y muestran respeto,
por aquel diamante de fuego
que se apago, y sigue iluminando.

Todos fuimos
Todos somos
Todos podemos ser.


Valoremos la vida.




Para las luces de la tragedia de Santa Fe.
Exiliá ahora tus miedos.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Voy a dejar una carta
Donde los vestigios sean luz
Y el capricho ya sólo sueños

Voy a dejarte la efervescencia que me anonadaba
Quedan ilustrados mis remolinos
Quedan agotadas las plegarias

Vuelve siempre cartilaginosa alegría
Abrazos cruzados con relicarios acuáticos
La espasmódica lágrima
Los rellanos encontrados

Los cielos que ignorantes desencontramos
También se imprimen en la irregularidad de la carta

Las distancias vinieron en tres partes
Tan enemigas
Como cómplices

No se si acaso existe
Una razón para olvidar.









¡Conservame! Soy un recuerdo.

martes, 10 de noviembre de 2009

La verdad es indivisible.

No hay pedazos que por elocuentes se crean propios (y lo sean).

Por cada ojo hay una grieta.

La erosión troca piedra por arena.

Lo áspero es tan crudo en las lenguas,

Y lo áspero pervierte el útero humano.

Los parches enderezan el tiempo

Nuestra es la labor de coserlos con hilos de sinceridad.

¿Cuánto tiempo queda después de odiar?

No hay que arrepentirse de la idea,

Hay que reescribirla.

Los polos rigen la vida, el arte nos cuenta sus historias.

Nuestro respeto y amor son el relicario,

Frágil tesoro es el aliento.

La exaltación de la vida es el máximo valor.

Tenaces son los segundos,

Que nos saludan y se imprimen con fuego.

Demasiado usamos los párpados,

No hay pena, no hay lástima,

Los focos son fugaces

Para la indiferencia de la alegría.

Vivamos entrelazados del tiempo,

Durmiendo un poco, despertándonos mucho más.

martes, 3 de noviembre de 2009

domingo, 25 de octubre de 2009

Nunca la abandones.
El mañana es placer.
Tiempo al sueño,
caricia al absurdo.
Grito y voz son sol.
La lluvia embelesa,
si por lluvia, granizo
y al granizo, experiencia.
Nunca tener mata.
El alimento es levantarse.
Mucho desean eternidad,
avara fiebre que duerme los ojos.
¡Despertá!
No hay recuerdo que le gane al éxtasis,
vivir es aquello, y droga más de la cuenta,
abruma con la tiniebla en el umbral del coraje.
Serpentinos cuerpos,
los sedientos momentos.
Sos el cazador,
solo buscás atraparlos.
Besá los párpados amados,
las serpientes solo escapan.
¡Desnudate!
Un perlado cristal efímero el esbozo de vida
que gentilmente nos ofrece nuestra razón.
Yo se que podés.
Espero lograrlo algún día,
soy la torpeza del libro muerto.

martes, 20 de octubre de 2009

Luz del Día

Dejá de arroparme en sueños
Dejá las flores de mi vientre

Callá tanto rubor colorado
Callá aquel grito abismal

Abrazá tu salida y final
Abrazá la copa del frío

Cerrá tu vaul mohoso
Cerrá el capítulo eterno

Reiná lejos de este castillo
Reiná, se justa y querida

Robá las deshoras
Robá la miel para vos

Dormí acompañada de mi vacío
Dormí amueblada de vida

Despistá tu sentido
Despistá tu feliz huída

Escribí el nuevo libreto
Escribí a la luz de tu baile

Reí por el sol
Reí por mí.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Quizá lo más interesante que me ocurrió en mi vida fue perderlo. Sentí el amor más puro tocado por el arpa de luz táctil que era su ser. Necesité su aliento que me sacaba de cada cajón de penumbra.
Hoy todo murió. El abedul es el único que observa en su halo. No rie ni susurra, solo come el infinito pensamiento pesimista, la incertidumbre del final.
Las esperanzas son licántropas, metamórficas, multiformes, solo la fe las disfraza, las obliga a añorar futuros, perfecciones tan imperfectas como inmundas.
Siempre me gustaron los días nublados. Las arremolinadas nubes tienen una juguetona soledad tan compañera en los cuadros del olvido que pincelan la totalidad del recuerdo y lavan la pena inducida con las gotas de lluvia.
Sería que a tientas yo buscaba la habitación vacía del espíritu, aunque me ocultara en la falsa máscara del sol, en las palabras que imprudentemente brotaban al amor.
Los abrazos me comunicaron silencios entre tanta ventizca boreal de ruido.
Dormí en sus ojos, soñé en su pecho, grité la vida y nadé en la canción del río de sus tranquilizantes esposmódicos que recorrían en suavidad mi cuerpo.
Esa vez le escribí una carta. No se que letras usé para representar en esta dimensión mis sentimientos. A veces endurezco mis palabras y en su carozo hay amor.
Pasé días escribiéndola, buscando las frases que ajustaran el ritmo del tiempo a la melodía de mi visiñon. Ví mucha lluvia caer y enternecí desde los albores de mi pureza.
Cuando nos vimos la duda y la inseguridad devolvieron la inquietud de no poder controlar cada sensación, cada acción, pensamiento, mirada, cada revelación de las personas. Siempre fue mi sueño el de calcular y predecir cada ínfima porción de segundo. Tal vez algún cuento en mi pasado suministró este sueño haciéndolo florecer en inciertos rincones.
Desvelé mi última noche, y mis cansinos vestigios de lágrimas los noté en sus ojos también.
Lloró, no se tranquilizaba y yo tampoco. Que difícil ser perecedero y no poder aceptar el triunfo de la muerte, que escala inagotable el acantilado por el que trepamos todos. Siempre nos alcanza.
Ese día nuestro amor murió. Lo que se había fundido en mí se despedazó en mi salto.
Salté del acantilado. La desgarradora fuerza del tren no titubeó al apagar mi llama. Ya no tengo que amarme más, ni más ojos buscarán mi odio.
La carta voló de entre mis dedos, sus dedos y por fin viví el silencio. No se si la muerte saltó conmigo pero jamás volví a saber de ella.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Y el viento lo aleja
Uno lo observa y estira su luz.
Todo es igual.
La felicidad pesa.
Los sueños duermen lejos otra vez.
Se va su piel.
Todo es el ayer, no deja de susurra en tu
cabeza.

La necesidad es buscar el alba
Crear la vida nueva
Sentir el eclipse
Aprender del reflejo de su plenitud.

Ahogo de sensaciones,
Tanto frío en las lágrimas,
Tantos granos de arena congelados,
Tantos roces efímeros y absurdos.

Viento, el estoicismo del tiempo por la enseñanza azul y la verdad.
Torcidos los caminos que fugazmente se cruzaron, se acompañaron, ya comienzan a alejarse y el ocaso se diibuja, se dilata, tan cercano, tan real como lo fue todo, en cada momento, en cada uno.

lunes, 31 de agosto de 2009

Figúrate que pierdes la cabeza
Sales a la calle
Sin embargo el mundo
Sigue bajo el sol, todo bajo el sol
Debajo del sol.
Figurate que no eres mas un hombre
Sales a la calle
Sin embargo hay árboles
Como hubo ayer, calles como ayer
Luces como ayer.
En la plaza todo te parece igual
Tu ya no eres hombre pero llorarás
Si vas a perder tu amor
Alguien te ha dicho ya
Aunque no eres real
Vas a perder tu amor.
Figurate que pierdes la cabeza
Y aunque no lo creas
Se te va la voz
Como se fue tu piel
Nada te queda ya,
Sólo la realidad.
La realidad es caminar igual
Tu ya no eres hombre pero llorarás
Si vas a perder tu amor
Alguien te ha dicho ya
Aunque no eres real
Vas a perder tu amor.
Figurate que has vuelto a ser el mismo
Nada te contenta
A partir del alba
Te verás caer, ya sin figurar,
Te verás caer.

domingo, 2 de agosto de 2009

Un desierto interior calmo mis ansias
un jardín de extremidad, el viaje tenue
xochimilco, Santa Fe, mis labios llenos!
y en los ojos descubrió el alma en celo

Y la esquirla en la razón hombre devoto
una virgen en su corral, espera senil.
no digas que no avisé está llegando

¡No vas! a sentirme regresar
¡No vas! a sentirme retornar
¡Hay! alguien por quien soñar
no hay por mí.

El peaje sentencio el gran secreto
esquivando la adultez era plagiado.

¡No vas! a sentirme regresar
¡No vas! a sentirme retornar
¡Hay! alguien por quien soñar
no hay por mí.

Alguien lloro por

lunes, 13 de julio de 2009

Durmiendo en mi vientre no alcanzarás la gloria, mas álzate hoy muchacha de tierno sexo, siendo el camino difícil. No lo recorras, no vivirías los miles de siglos que requiere su cometido. Encontrá el placer en el vuelo, no en tus pies, frágiles, dignos de pueriles criaturas de luz. Tus alas son tus ojos, tu mente el espacio a recorrer, el mar el anhelado destino.
Todo regido por aquél frío dios, monarca que se adjudica efemérides inauditas, patrón del cosmos milimetrado inviolable y practicamente inevitable. Sí que hay maneras, encontrarlas es tu deber bendito, tu sed, tu sosiego.
No me mires con ojos perdidos, tu blanca luz refleja los cristales de tus pupilas, me demuestran más que los cielos, se que no querés el mal, y yo te quiero a vos.
Volá, por más efímero que sea tu vuelo, siempre vas a llegar a una cima. Siempre hay un porqué y un destino para forjar.

Todo camino puede andar

lunes, 29 de junio de 2009

Fluyendo sobre los tejidos, la piel dilatada del desahogo humano, creyendo el ego la centralidad del terreno, amando la fantasía de ser.
Mil, tres mil palabras sin valor, frente, un mundo de madurez caída con fuerza. Entrega contraproducente. Seis rifles apuntando a las palabras, haciendo llorar al libro.

El olvido del artista no-nacido, improductivo resultado de las disposiciones.













Más amargo que la tristeza.











Llueve.
Todo camino puede andar
Todo puede andar...
Con esta sangre alrededor
no sé que puedo yo mirar
la sangre ríe idiota
como esta canción
¿ante qué?

Ensucien sus manos como siempre
Relojes se pudren en sus mentes ya

y en el mar naufragó
una balsa que nunca zarpó
mar aquí, mar allá

En un momento vas a ver
que ya es la hora de volver
pero trayendo a casa todo aquél
fulgor
¿y para quién?

Las almas repudian todo encierro
las cruces dejaron de llover

sube al taxi, nena
los hombres te miran
te quieren tomar
ojo el ramo, nena
las flores se caen, tienes que parar
Ví las sonrisas muriendo en el
carrousell
Vi tantos monos, nidos, platos de
café
platos de café, ah

Guarda el hilo, nena
guarden bien tus manos
esta libertad
ya no poses, nena
todo eso es en vano
como no dormir

Aunque me fuercen yo nunca voy a decir
que todo tiempo por pasado fue mejor
mañana es mejor
Aquellas sombras del camino azul
¿dónde están?
yo las comparo con cipreses que ví
sólo en sueños
y las muñecas tan sangrantes
están de llorar
y te amo tanto que no puedo
despertarme sin amar
y te amo tanto que no puedo
despertarme sin amar

¡No! nunca la abandones
¡No! puentes amarillos
Mira el pájaro, se muere en su jaula
¡No! nunca la abandones
Puentes amarillos, se muere en su jaula
Mira el pájaro, puentes amarillos
Hoy te amo ya
y ya es mañana
Mañana
Mañana
Mañana

jueves, 25 de junio de 2009

Voy a cerrar los ojos en voz baja
voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja
para la muerte que es su pobre dueño
la voluntad suspende su latido
y yo me siento lejos, tan pequeño

que a Dios invoco, pero no le pido
nada, con tal de compartir apenas
este universo que hemos conseguido

por las malas y a veces por las buenas.
¿Por qué el mundo soñado no es el mismo
que este mundo de muerte a manos llenas?

Mi pesadilla es siempre el optimismo:
me duermo débil, sueño que soy fuerte,
pero el futuro aguarda. Es un abismo.

No me lo digan cuando me despierte.


Mario Benedetti
Escurre tu fuego, mueve tu sien y no pares un segundo, porque el recuerdo muestra, muerde más si es de noche. La inmovilidad lo tienta.
Recorre tu pecho, explota tu boca, amotina sus versos y quema el silencio.
Quema.
Ahuyenta el espantapajaros, paja seca en unos labios rotos, quebrados, resquebrajados, marchitos, mustios.













Uno.
Siempre.
Aún en los sueños.

jueves, 21 de mayo de 2009

Me reí. Más por el oficio de reir que por entender lo que de verdad me estaba queriendo decir. Era muy hermosa, las palabras jugueteaban en sus labios antes de vibrar en el aire. Ni un dios hubiera querido apartarse de su mirada, y sin embargo, ella me despreciaba. No. Tal vez no me despreciaba, sin embargo me hablaba de amores lejanos, ajenos a nosotros, y se reía. Dije incoherencias. No lo podía evitar, estaba en ella, estaba para ella.
Quise tocar sus labios. Fui alejado y sentí el rechazo. Insistí. Sí, me devolvía una carnosidad helada, un negativo contacto, tan ínfimo e inhumano que eclipsaba todo concepto de beso.
¿La amaba acaso? ¿Eramos mentiras, palabras huecas?. No lo debía aceptar. No podía. Jamás.
Se había reido, y yo con ella. Un recuerdo que me atormentaba. Si reía tal vez me había querido. Me queria. O solo disimulaba.
Se confrontaban los pensamientos, se diluía el odio misántropo en el querer intenso.
Cebé un mate. Me salpiqué de placer el paladar, llenandolo de amargo sabor.
Soñé, sí, muchas cosas.


























Solté la lapicera, y me fuí a saborear los versos de Luis Alberto Spinetta.

jueves, 23 de abril de 2009

¿Y qué si te había mentido? Si había engañado nuestras almas con besos de sueños perdidos.
Tal vez fui muy descuidado, muy esperanzado de futuros retornables y brillantes. Es posible que mis sueños estuvieran a más de un abrazo de distancia. Que mi verdadero momento no fuera este.
Un alumno, un aprendiz sin profesor, sin una enseñanza. Solo una motivación, algo que lo lleve hacia allá y no hacia aca.
Puto lugar.

martes, 14 de abril de 2009

Más que mirarla, abultaba sus ojos del inconcluso amor que se le otorgaba, ya fueran luces risueñas o tenues mordidas voraces del corazón.
Tenía un don para amar, y lo empleaba como gozan los jovenes, perdidos en los páramos de la quietud del techo cerebral, ansiando más frenesí que heroismo.
Y es que la lluvia cubría su boca, y el mutismo de la arena plagaba sus ilusiones y las abrazaba con lenguas flamígeras salidas de la conciencia o ya no la amaba, y se controlaba engañado creando su escalera a un destino mutilado, imaginando sus alas en tan desértico universo oceánico que era su vida.
Y profundo estaba, caía. No se encontraba ni con su sombra, tonta como ninguna, escondida tras la roca de la pasividad.
Volaba en un globo que conducía a un nulo periplo, que se inflaba con solo la ausencia y remontaba el viaje del invisible.
Sólo. Eso. La nada.

viernes, 20 de marzo de 2009

Los ínfimos cielos se escurrían ocultos. Las nubes fundían su piel con los muros. Los pensamientos eran lágrimas y los besos, impíos demonios castigadores.
Nadie cruzaba la calle y solo el frío desgastaba el asfalto. La luna había hallado el escondite y el viento dormía enmutecido.
Los susurros, secretos añejos, despedazaban lo obseno del amor y el gotear de la lluvia volvía argéntea la sangre cruelmente derramada.
Nada parecía que quisiera parar en algún momento.
La facultad ya se había vaciado. En las aulas, una paz inquieta habitaba los suelos. Cada asiento, cada mesa, escritos anecdóticos que denotaban juveniles desventuras.
Invisibles alumnos vislumbraban inexistentes clases, mientras el caos no manifestaba ni recuerdos gélidos aquella noche.

Sin embargo, ella, sentada, lejana, envuelta en vacío, imperfecta criatura dueña de un sinfín de miradas, tan solo habitaba la inventiva de sus versos. No podía correr, ella lo sabía y como maldita lloraba en el seno de su vientre.

Nada la esperaba. Sombras.
Todo camino puede andar
Todo puede andar...
Con esta sangre alrededor
no sé que puedo yo mirar
la sangre ríe idiota
como esta canción
¿ante qué?

Ensucien sus manos como siempre
Relojes se pudren en sus mentes ya

y en el mar naufragó
una balsa que nunca zarpó
mar aquí, mar allá

En un momento vas a ver
que ya es la hora de volver
pero trayendo a casa todo aquél
fulgor
¿y para quién?

Las almas repudian todo encierro
las cruces dejaron de llover

sube al taxi, nena
los hombres te miran
te quieren tomar
ojo el ramo, nena
las flores se caen, tienes que parar
Ví las sonrisas muriendo en el
carrousell
Vi tantos monos, nidos, platos de
café
platos de café, ah

Guarda el hilo, nena
guarden bien tus manos
esta libertad
ya no poses, nena
todo eso es en vano
como no dormir

Aunque me fuercen yo nunca voy a decir
que todo tiempo por pasado fue mejor
mañana es mejor
Aquellas sombras del camino azul
¿dónde están?
yo las comparo con cipreses que ví
sólo en sueños
y las muñecas tan sangrantes
están de llorar
y te amo tanto que no puedo
despertarme sin amar
y te amo tanto que no puedo
despertarme sin amar

¡No! nunca la abandones
¡No! puentes amarillos
Mira el pájaro, se muere en su jaula
¡No! nunca la abandones
Puentes amarillos, se muere en su jaula
Mira el pájaro, puentes amarillos
Hoy te amo ya
y ya es mañana
Mañana
Mañana
Mañana

miércoles, 4 de marzo de 2009

Conmovido e intrépido de mente, agazapado por la tormenta de lágrimas, expuesto en alma y figura, inhabitable individuo de fugaces calmas, observaba los laberintos y los comprende, los manipulaba, les preguntaba sus verdades, las aborrecía, me adoraban. El fluir del cántico entendía lo más efímero de la vida, y eso solo hacía acobachar mi corazón. Cruda la vida se escurría a raudales por mi sien, y el agua mojaba mi vientre abierto a la esperanza de la muchacha.
No lo esperaba. Lo descreía, desbordaba de mis capacidades. Eran nubes grisáceas sobre las púrpuras pupilas apagadas. La astrología de tu cuerpo mantenía cuerdos los músculos de mi imaginación. Eran los acordes de tus besos los que me pudrían, me enajenaban sin más, aunque no los quería evitar, eran necesarios para complementar mi sueño.
Huía desbandado por los caminos en transición, por los aún no construidos pliegues de tu piel.

lunes, 23 de febrero de 2009

Girabamos incansables, infinitos entre nosotros mismos. Nos olvidabamos de los roces tontos, nos formabamos etereos, oniricos seres amantes.
Ya los fuegos crepitan, amainando el frio de la soledad, y nos hacen increibles, pulverizan nuestras quietudes.
Nos encontraremos mañana, polvo, sangre y miel, a llorar en el rio de las tormentas, refugiando amares, redescubriendo los besos.

miércoles, 11 de febrero de 2009

En esta noche, donde las verdades se secan. Donde las creencias se vuelven mustias. Es entonces esta noche donde salgo a buscarme, y me pierdo en páramos de intolerancia. Filosofías misántropas, rocas, fuego y tiempo.
Veo gente y no llego más que a mi mano. Sujeto mi rostro, y las lágrimas son una puerta. Abren, marcan mis errores.
Tenue, me odio en silencio.

jueves, 29 de enero de 2009

A partir de ahora, entre los posteos, voy a dejar fragmentos de la novela que estoy escribiendo... poco a poco... les ruego que tengan paciencia, ya que todo lo que vayan a leer esta sujeto a los cambios que a mi me apetezcan hacer en el futuro... aca les dejo el prologo:

PROLOGO

El cielo caía como gotas de fuego sobre el paisaje. El viento revoloteaba formando nubes cada vez mas difusas. Unos ojos emergían sobre la niebla profunda de incorpóreo y denso aire. El sonido infrenable lo alteraba en cierto modo, pero no podía descubrir de donde venía esa melodía. Era más fuerte que un tenue, y más débil que un estruendo.
Un alud de imágenes desprendía todo, desdoblaba su esperanza.
Entre toda esa bruma de fluido oscuro, una silueta. Borrosa. Imperfecta.

Las olas chocaban contra las rocas del empinado quiebre del terreno. Empecinado, el aire agitaba los miles de artilugios, los ardides de la naturaleza para alcanzar ese equilibrio de balance incrédulo. Ya era pasado el mediodía, un sol parcialmente cubierto por las infinitamente altas rocas iluminaba trozos de césped. El rostro le ardía.
-No hace tanto duermo paciente sobre este terreno- Pensó, mientras seguía dormitando, aunque con la cara ya oculta por su brazo desnudo.
No recordaba bien el verdadero significado de ese sueño, de esa ilusión, porque difería de aquellos relatos oníricos en su esencia efímera. Era más que nada un recuerdo tan prosaico como un relato anejo de ancianos enfermizos.
Lo dividió por partes, tratando de rememorar esos diversos momentos. Intentó visualizar aquella silueta, aquellos ojos. El recuerdo le quemaba. No lo veía.
Se levantó. No hacía mucho que se había convertido en Narémide. El poder había llegado hacia él, lo había tomado. Aún sentía su vida pasada, su tiempo muerto.

martes, 27 de enero de 2009

Estúpido, el cuerpo que me toca en vano, endurecido con el tiempo que azotó su corteza.
Ah, más de mi se tuerce en el espacio de tu vientre.
Añorando afilados roces, en sueños reclamo tu amor, tonto abismo onírico.
Alejada de mi calor, disfrutes de páramos remotos, fuegos imparables anhelan mi sufrir.
Misantropo visceral, tirano de su ser.

sábado, 17 de enero de 2009

El cielo caía como gotas de fuego sobre el paisaje. El viento revoloteaba formando nubes cada vez mas difusas. Unos ojos emergían sobre la niebla profunda de incorpóreo y denso aire. El sonido infrenable lo alteraba en cierto modo, pero no podía descubrir de donde venía esa melodía. Era más fuerte que un tenue, y más débil que un estruendo.
Un alud de imágenes desprendía todo, desdoblaba su esperanza.
Entre toda esa bruma de fluido oscuro, una silueta. Borrosa. Imperfecta.

martes, 13 de enero de 2009

Habito el eco de los pensamientos. Recorro los laberintos infrahumanos. Desenvaino las mentiras. Quemo la luz.

jueves, 8 de enero de 2009

Es que es un dolor, no de esos fisicos que te destruyen la piel. Es de esos que no podes controlar. De esos que carcomen tu espiritu. Tu fuerza. Tu interior. Esa soledad agitadora, desgarradora de esencias. Me ataca. Escondida.