sábado, 17 de enero de 2009

El cielo caía como gotas de fuego sobre el paisaje. El viento revoloteaba formando nubes cada vez mas difusas. Unos ojos emergían sobre la niebla profunda de incorpóreo y denso aire. El sonido infrenable lo alteraba en cierto modo, pero no podía descubrir de donde venía esa melodía. Era más fuerte que un tenue, y más débil que un estruendo.
Un alud de imágenes desprendía todo, desdoblaba su esperanza.
Entre toda esa bruma de fluido oscuro, una silueta. Borrosa. Imperfecta.

1 comentario:

Gab dijo...

La silueta era imperfecta, pero el escrito alcanzo la perfección

o.o