jueves, 23 de abril de 2009

¿Y qué si te había mentido? Si había engañado nuestras almas con besos de sueños perdidos.
Tal vez fui muy descuidado, muy esperanzado de futuros retornables y brillantes. Es posible que mis sueños estuvieran a más de un abrazo de distancia. Que mi verdadero momento no fuera este.
Un alumno, un aprendiz sin profesor, sin una enseñanza. Solo una motivación, algo que lo lleve hacia allá y no hacia aca.
Puto lugar.

martes, 14 de abril de 2009

Más que mirarla, abultaba sus ojos del inconcluso amor que se le otorgaba, ya fueran luces risueñas o tenues mordidas voraces del corazón.
Tenía un don para amar, y lo empleaba como gozan los jovenes, perdidos en los páramos de la quietud del techo cerebral, ansiando más frenesí que heroismo.
Y es que la lluvia cubría su boca, y el mutismo de la arena plagaba sus ilusiones y las abrazaba con lenguas flamígeras salidas de la conciencia o ya no la amaba, y se controlaba engañado creando su escalera a un destino mutilado, imaginando sus alas en tan desértico universo oceánico que era su vida.
Y profundo estaba, caía. No se encontraba ni con su sombra, tonta como ninguna, escondida tras la roca de la pasividad.
Volaba en un globo que conducía a un nulo periplo, que se inflaba con solo la ausencia y remontaba el viaje del invisible.
Sólo. Eso. La nada.