sábado, 16 de octubre de 2010

Al llamar solo oiré las bombas

Volando sobre los árboles

Cayendo en los refugios

De todos los cerebros

Atrás quedó el cielo

Armonioso y eterno

El tenue sonido pesado

De un piano tierno

Blues de lluvias

Y retratos trillados

Mares evidentes

Lágrimas de seda

El diván de tus brazos

El inevitable tiritar

Al abrir la ventana

Que nunca cerrará

Errante acertar

En las botas cercanas

El incienso de tu piel

El sabor en tu boca

Me despierta todo

Quiebro las razones

De porque perdí tanto

Y recupero tu andar

Asesino tu servidor

Y me provoco sólo

A hacer como cualquiera

El éter insignificante

Soy distancia neutra

Laberintos cruzados

Que terminan pobres

Unos sobre otros

Tengo tanto fuego en mí,

Que al verterlo en vos,

Quemo todo lo viejo

Y te invito a más