miércoles, 18 de noviembre de 2009

Voy a dejar una carta
Donde los vestigios sean luz
Y el capricho ya sólo sueños

Voy a dejarte la efervescencia que me anonadaba
Quedan ilustrados mis remolinos
Quedan agotadas las plegarias

Vuelve siempre cartilaginosa alegría
Abrazos cruzados con relicarios acuáticos
La espasmódica lágrima
Los rellanos encontrados

Los cielos que ignorantes desencontramos
También se imprimen en la irregularidad de la carta

Las distancias vinieron en tres partes
Tan enemigas
Como cómplices

No se si acaso existe
Una razón para olvidar.









¡Conservame! Soy un recuerdo.

martes, 10 de noviembre de 2009

La verdad es indivisible.

No hay pedazos que por elocuentes se crean propios (y lo sean).

Por cada ojo hay una grieta.

La erosión troca piedra por arena.

Lo áspero es tan crudo en las lenguas,

Y lo áspero pervierte el útero humano.

Los parches enderezan el tiempo

Nuestra es la labor de coserlos con hilos de sinceridad.

¿Cuánto tiempo queda después de odiar?

No hay que arrepentirse de la idea,

Hay que reescribirla.

Los polos rigen la vida, el arte nos cuenta sus historias.

Nuestro respeto y amor son el relicario,

Frágil tesoro es el aliento.

La exaltación de la vida es el máximo valor.

Tenaces son los segundos,

Que nos saludan y se imprimen con fuego.

Demasiado usamos los párpados,

No hay pena, no hay lástima,

Los focos son fugaces

Para la indiferencia de la alegría.

Vivamos entrelazados del tiempo,

Durmiendo un poco, despertándonos mucho más.

martes, 3 de noviembre de 2009