En esta noche, donde las verdades se secan. Donde las creencias se vuelven mustias. Es entonces esta noche donde salgo a buscarme, y me pierdo en páramos de intolerancia. Filosofías misántropas, rocas, fuego y tiempo.
Veo gente y no llego más que a mi mano. Sujeto mi rostro, y las lágrimas son una puerta. Abren, marcan mis errores.
Tenue, me odio en silencio.
1 comentario:
No llegás ni a tu mano.
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Yo te tiendo la mía.
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