sábado, 22 de enero de 2011

Cómo se rompe todo en un segundo, impresiona hasta mi ojo que cerrado duerme a tu lado. Todo el mal está ahi, al acecho de mi pobre cerebro. Estoy loco en mi interior, e inquieto en mi piel. Tengo todo que perder, todo y nada que ganar. Están ahi las montañas, está todo quieto, y siempre va a estarlo. Siento la ira de mi caos, y la furia y el desasosiego de ser tan necio, de perderme en mil palabras que dije, y mil palabras que leo insensato. No se volar, ni voy a aprender, si está lleno de maneras de hacerme caer. Todo duele más de lo que se pinta, las cosas crecen indómitas, imposibles de sentirlas sin las espinas de tu voz. Me sangra la voz de tanto silencio, y se quiebran las palabras que todavía no dije. El calor del sol es lo efímero que me entristece, la lluvia de sueños es un delirio más.