jueves, 2 de diciembre de 2010

Vuelve. Tal vez se desarmen las valijas de los sueños, y los saltarines colores con los que nos miramos se opaquen. Tal vez al partir tengas que abrir una puerta, que en el retorno ya no esté. Tal vez se fragmente la elegancia de los besos, y se degrade tu propia agonía. Tal vez los estertores de tu amor no sean mortales. Tal vez no creas en nuestra reencarnación para nada carnal. Tal vez sepas más de lo que te proponés convencer. Tal vez no haya empeño que nos eleve hasta el abismo, o que nos obligue a tocar fondo de tierra y agua. Tal vez llueva cuando los portones se abran, y esté la comida para sentarnos a jugar con ella sin hambre, y sin poder hablar. Tal vez la congoja no nos estrangule, ni nos descuartice evitar los cielos y sus respectivos infiernos. Tal vez haya en esta casa, o en la que nos espera, una manera de no tener miedo. Tal vez vuelva yo, si vos ya volviste de mí.

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