Girabamos incansables, infinitos entre nosotros mismos. Nos olvidabamos de los roces tontos, nos formabamos etereos, oniricos seres amantes.
Ya los fuegos crepitan, amainando el frio de la soledad, y nos hacen increibles, pulverizan nuestras quietudes.
Nos encontraremos mañana, polvo, sangre y miel, a llorar en el rio de las tormentas, refugiando amares, redescubriendo los besos.
lunes, 23 de febrero de 2009
miércoles, 11 de febrero de 2009
En esta noche, donde las verdades se secan. Donde las creencias se vuelven mustias. Es entonces esta noche donde salgo a buscarme, y me pierdo en páramos de intolerancia. Filosofías misántropas, rocas, fuego y tiempo.
Veo gente y no llego más que a mi mano. Sujeto mi rostro, y las lágrimas son una puerta. Abren, marcan mis errores.
Tenue, me odio en silencio.
Veo gente y no llego más que a mi mano. Sujeto mi rostro, y las lágrimas son una puerta. Abren, marcan mis errores.
Tenue, me odio en silencio.
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