Al llamar solo oiré las bombas
Volando sobre los árboles
Cayendo en los refugios
De todos los cerebros
Atrás quedó el cielo
Armonioso y eterno
El tenue sonido pesado
De un piano tierno
Blues de lluvias
Y retratos trillados
Mares evidentes
Lágrimas de seda
El diván de tus brazos
El inevitable tiritar
Al abrir la ventana
Que nunca cerrará
Errante acertar
En las botas cercanas
El incienso de tu piel
El sabor en tu boca
Me despierta todo
Quiebro las razones
De porque perdí tanto
Y recupero tu andar
Asesino tu servidor
Y me provoco sólo
A hacer como cualquiera
El éter insignificante
Soy distancia neutra
Laberintos cruzados
Que terminan pobres
Unos sobre otros
Tengo tanto fuego en mí,
Que al verterlo en vos,
Quemo todo lo viejo
Y te invito a más